Despedimos la semana con otra de las piezas inevitables en el repertorio arpístico: el Concierto para arpa de G.F. Haendel.
La obra fue compuesta en 1736, contando Haendel con 51 años. En ese año, en medio de la disputa con el Teatro de la Nobleza que culminaria en 1737 con la práctica derrota de ambas partes, firma la totalidad, de su opus 4: Seis conciertos para solista, siendo cinco de ellos para organo y uno para arpa. Haendel utilizó además el arpa en óperas y oratorios. Recordemos que en esta época el arpa más evolucionada era el modelo de acción simple (inventado hacia finales del s. XVII).