Inauguramos hoy la seccion de clásicos del arpa, con una obra casi inevitable en la trayectoria de un arpista: el Concierto para Flauta y Arpa K299 de W. A. Mozart.
2º Movimiento del concierto:
Mozart lo escribio hacia marzo de 1978, en París, por encargo del Duque de Guisnes, quien deseaba un concierto para arpa y flauta que pudiera ser interpretado por el (flautista aficionado de cierta capacidad) y su hija, arpista consumada segun la información disponible. Este encargo, curiosamente, le trajo a Mozart numerosos quebraderos de cabeza, ya que el duque se mostro poco fiable en el pago de las remuneraciones tanto por la obra como por las clases que Mozart impartio a la joven arpista, tal y como figura en la correspondencia del celebre compositor.
La pieza fue pensada para los primeros modelos de arpas de pedales que comenzaban a hacerse populares en la época, por ello no posee grandes complicaciones en los pedales, y es relativamente accesible incluso para arpa celta o de llaves.